miércoles, 24 de agosto de 2011

25 - Una maldición en voz baja


Los investigadores de lo oculto habían rastreado polvorientas hemerotecas y entrevistado a testigos enloquecidos. Habían arrancado a bibliotecarios hostiles permiso para consultar arcanos tomos de sabiduría antigua y prohibida cuyo mero título aterrorizaba a los iniciados: los Manuscritos Pnakóticos, los Fragmentos de G'harne, el Cthaat Aquadingen y el más terrible de todos, la obra del árabe loco Abdul Alhazred, el Necronomicon. Su maltrecho equilibrio mental había pagado un alto precio por completar el rompecabezas. Pero el momento de la verdad había llegado, y estaban dispuestos a todo por librar al mundo del maléfico culto de Aquel Cuyo Nombre Pertenece A La Oscuridad; incluso a perder la vida o la cordura.

Al otro lado de la puerta de aquel mohoso y mefítico subterráneo, podía oírse un cántico horrísono y blasfemo. Los investigadores sintieron helarse la sangre en las venas. Empuñaron con fuerza sus armas, esperando el momento oportuno para echar la puerta abajo y acabar para siempre con aquel pozo negro de maldad. El más joven del grupo quiso entonces dejar un último mensaje. Con mano temblorosa escribió: «VAMOS A ASALTAR EL CUBIL DE LOS CRIMINALES ADORADORES DE AQUEL CUYO NOMBRE PERTENECE A LA OSCURIDAD. ES POSIBLE QUE NO SOBREVIVAMOS. OJALÁ C».

Se lamentó en voz baja. Maldito límite de 140 caracteres en los mensajes de Twitter.

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Un pequeño homenaje a aquellas partidas del juego de rol La llamada de Cthulhu que jugué y arbitré, muchos, muchos años ha...

La imagen es un grafiti del Gran Cthulhu que vi hace un par de años en la Plaza Mayor de Salamanca.

2 comentarios:

  1. Tiempos aquellos :-).
    Me gusta mucho el relato, en principio parecía que recargabas mucho en detalles y el rápido giro final de la un efecto genial. Y me quito el sombrero ante la riqueza de léxico.
    PD: Y cómo odio hacer tanto análisis de texto.

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  2. Muchas gracias, como siempre, por tu comentario. Me alegro de que el micro te haya gustado. Pero no es necesario que hagas un análisis de texto :O)

    La verdad es que le hado bastantes vueltas a este relato hasta que he encontrado una estructura que me ha parecido válida. De hecho, hasta la penúltima revisión, la mitad del segundo párrafo iba al principio del texto, y lo que ahora es la introducción (que ha ido engordando con más y más adjetivos cada vez que la revisaba) era el segundo párrafo. Lo único que tenía claro desde el principio era la situación (un grupo de investigadores a punto de asaltar una guarida de sectarios) y el final. Creo que me ha salido, aunque no era mi intención, una parodia del estilo de Lovecraft; de ahí tantísimos adjetivos.

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