viernes, 4 de noviembre de 2011
25 - Su última batalla
Calibró de un vistazo a su oponente. Impulsivo e inexperto, pero joven y vigoroso, pensó, y yo viejo y cansado. Demasiados combates a las espaldas, demasiadas cicatrices. Pero se había dejado sorprender, y no le quedaba otra opción que luchar. Intuyó que sería su última batalla. Pero no sintió angustia, porque, en el fondo, era la mejor manera de morir para un viejo guerrero. Además, no estaba dispuesto a facilitarle las cosas a su rival. Si quieres la piel de este viejo dragón, se dijo, tendrás que ganártela. Clavó las garras en el suelo con toda su fuerza y lanzó una potente llamarada.
(Imagen: San Jorge y el Dragón; Cáceres; agosto de 2008)
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