Poco a poco, se arrastró hasta su cama. Miró el despertador; aún faltaba un rato para que llegara su asistente personal. Ya le parecía oír el sermón de costumbre: «¿Otra vez? ¿Por qué te estás destruyendo a ti misma? Lo tienes todo: juventud, prestigio, dinero, un ejército de fans, unos padres y un hermano que te quieren. Todo». Y ella respondería, como de costumbre, balbuceando alguna incoherencia. Pero no le diría la verdad. No podría entenderlo, nadie podría. Su talento y una buena promoción le habían llevado hasta la cima, sí. Pero su ambición, su obsesión, era otra. Toda su vida había ansiado ir más allá de la cima, alcanzar esa condición que sólo unos pocos tenían. Y para ello tenía que sacrificarlo todo. Incluso a sí misma.
Le invadió el sopor. Y ya no despertó. Por fin conseguiría ser lo que siempre había deseado.
De inspiración obvia, me gustó mucho. Yo quizá quitaría la cantante, se entiende después (o se entiende que es artista, que daría lo mismo). "Por muchas drogas y alcohol que consumiera, nunca perdía del todo la lucidez." me parece una frase antológica.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tu comentario, como siempre. Creo que la frase que mencionas la introduje (o al menos la retoqué) en la última revisión del texto, para subrayar que la protagonista no perdía de vista nunca su objetivo, ni siquiera en situaciones así.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
A mí también me ha gustado mucho, Carlos. Muy acertado el comentario de Cybrghost.
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